El Principado de Asturias cuenta con una Estrategia de Economía Circular denominada Asturias Circular 2023-2030, que persigue lograr una Asturias más eficiente, competitiva y libre de emisiones de gases de efecto invernadero.

El desperdicio alimentario es una de las áreas que afronta la Estrategia y plantea el objetivo de reducirlo al 50% a nivel de hogar y comercio minorista
y al 20% en las cadenas de producción y suministro. Entre las medidas establecidas se encuentra la creación de un programa específico para
prevenir el desperdicio alimentario.